LoveBotz - The Milker Slider Stroking Masturbator
Échate una mano, ¡sin tener que usar la tuya!
Con este masturbador Lovebotz Auto Milker, ¡podrás disfrutar de 3 velocidades y 6 patrones de ordeño! Las filas giratorias de perlas ayudan a estimularte aún más para una estimulación más intensa mientras disfrutas de la cubierta elástica y suave de TPE que envuelve cómodamente tu pene. La carcasa de plástico es fácil de sujetar y te permite inclinarlo para que puedas disfrutarlo sentado, tumbado o de pie. El Auto Milker es resistente al agua IPX6, por lo que puede llevárselo a la ducha para sesiones calientes y húmedas.
- TPE suave y elástico: ¡este masturbador súper elástico es suave y maleable, por lo que puede acomodar tu pene sin importar su forma o tamaño! ¡Disfruta de cómo te envuelve mientras te ordeña!
- Ordeño automático: con 3 velocidades y 6 patrones de ordeño de hasta 220 RPM, ¡nunca te aburrirás de las opciones!
- Perlas estimulantes: hileras de perlas estimulan el pene y aumentan el placer sexual.
- Con funda extraíble para facilitar su limpieza
- IPX6 a prueba de salpicaduras. Limpiar con agua tibia y jabón neutro. Dejar secar bien
Recarga con el cable USB incluido entre usos. Limpiar también es fácil La cubierta interior es extraíble. Utiliza agua tibia y jabón suave en la cubierta y rocíala con un limpiador de juguetes antes de secarla al aire. No vuelva a colocar la cubierta hasta que esté completamente seca. Utiliza un limpiador de juguetes y un paño suave en la carcasa si es necesario.
Vuelves del gimnasio y te metes en la ducha para enjuagarte el sudor. El agua caliente corre por tu cuerpo y ves el nuevo stroker que has comprado en la encimera del baño. Lo coges y decides deslizar tu pene en su interior. El suave y esponjoso interior envuelve tu pene. Al encender el juguete, sientes que las perlas empiezan a rozar la funda, haciendo que la suave funda interior se mueva mientras la función de planchado empieza a acelerarse. Juegas con las funciones y encuentras una tan intensa que casi tienes que quitarte el juguete. Lo ralentizas, dejas que tu excitación aumente de nuevo y, para cuando termina la ducha, ¡ya has vuelto a sudar!